El onboarding (inglés: on board, embarcar) es el proceso de incorporación de nuevos empleados en una empresa; un proceso que en realidad comienza mucho antes de que el empleado firme su contrato de trabajo con la inmobiliaria.
El reclutamiento de personal de la inmobiliaria comienza con la publicación de la oferta de empleo.
Un proceso de onboarding efectivo tendrá como resultado un nuevo miembro en la empresa a gusto con su nuevo trabajo, y se sentirá valorado desde lo personal y lo profesional.
Es frecuente que las pequeñas y medianas inmobiliarias centren sus recursos en el aspecto comercial, procurando aumentar sus ventas y dejando de lado ciertos aspectos muy importantes como el onboarding.
Una persona que comprende su responsabilidad y entiende su rol organizacional resulta más efectiva para los intereses comerciales de la inmobiliaria.
Al mismo tiempo, si la persona se siente valorada y a gusto con su nuevo puesto de trabajo, muy probablemente su nivel de productividad será bueno, y eso incidirá de forma positiva en el aspecto comercial de la inmobiliaria.
El onboarding combinado con el mentoring inmobiliario, suponen una metodología de incorporación al entorno laboral muy efectiva, porque consigue que los nuevos miembros rápidamente se sientan parte de la empresa.
No existe un solo proceso de onboarding ni tampoco una sola forma de implementar el proceso de reclutamiento en la inmobiliaria, todo dependerá de cada agencia y de distintas variables (manejo organizacional, gestión de recursos humanos, características del equipo inmobiliario, etc).
No obstantes, existen ciertos lineamientos generales a tener en cuenta para conseguir un proceso de onboarding exitoso.
El proceso de onboarding en la inmobiliaria.
El proceso de onboarding para la incorporación de nuevos miembros en la inmobiliaria consta de diferentes fases.
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La oferta de empleo.
Es muy importante que el primer paso sea efectivo, y por eso la oferta de empleo de la inmobiliaria es clave.
Es necesario aislar las competencias y las habilidades necesarias para el puesto, como también la formación y cualificación requeridas.
La inmobiliaria en su oferta de empleo también tiene que informar de las condiciones que ofrece, como teléfono y coche de empresa o cualquier otra cosa que suponga un beneficio para el candidato.
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El proceso de selección.
Una vez que la inmobiliaria comienza a recibir los curriculums de los candidatos debe procesarlos, e ir seleccionando aquellos que se ajusten mejor a sus necesidades organizacionales y comerciales.
Existen muchas formas de realizar las entrevistas laborales, y también diversas metodologías de abordaje.
No obstante, es muy importante que la inmobiliaria mantenga informados a los candidatos de la situación, e incluso si no le interesa un profesional se debe informar al mismo de la decisión de la empresa.
Muchas inmobiliarias no tienen en cuenta lo anterior, y simplemente no se comunican con los candidatos que no han sido seleccionados para las siguientes fases del proceso de selección, algo que transmite una imagen negativa de la empresa.
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Recursos disponibles.
Simultáneamente al desarrollo de las distintas fases del proceso de selección de personal, la inmobiliaria debe ir analizando la disponibilidad de sus recursos para los nuevos empleados.
Estación de trabajo, tarjetas de acceso, cuentas de correo, cuenta de usuario del CRM inmobiliario, coche de empresa, teléfono móvil, etc.
También es necesario planificar el mentoring a realizar con el nuevo empleado, porque eso acelerará en gran medida el proceso de adaptación organizacional, e informar al equipo de trabajo de la inmobiliaria sobre la incorporación del nuevo miembro.
Mediante el CRM inmobiliario se puede comunicar a los miembros de la inmobiliaria sobre la nueva incorporación, y al candidato seleccionado se le puede enviar un correo electrónico con información básica para que comience su primer día de trabajo (bienvenida a la empresa, recordatorio de los horarios de trabajo, etc).
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El primer día de trabajo.
El primer día de trabajo todo resulta nuevo para la persona, y al mismo tiempo un tanto extraño, porque comenzará a conocer a los miembros de la empresa y definir los roles cada uno, sin dejar de lado que el entorno también será nuevo para él.
En este punto la figura del mentor asignado cobra un papel muy importante, porque será el responsable de comenzar el proceso de adaptación del nuevo miembro en le empresa.
Todo comienza, aunque parezca algo muy obvio, dándole la bienvenida y orientado al nuevo miembro en los aspectos más básicos (presentación de los compañeros, asignación de la estación de trabajo, un pequeño recorrido por la oficina de la inmobiliaria, etc).
Posteriormente el encargado de realizar el mentoring inmobiliario profundizará sobre los aspectos prácticos y funcionales de la inmobiliaria, e irá despejando todas las dudas que le surjan al nuevo miembro del equipo.
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Seguimiento del nuevo miembro.
El feedback negativo o positivo del nuevo miembro de la inmobiliaria es muy importante, y por eso conviene durante los primeros días de su incorporación mantener un fluido contacto él.
Es decir, no solamente el mentor o supervisor designado debe estar atento al desarrollo funcional del nuevo miembro, también debe prestar atención a cómo se siente en la empresa durante los primeros días.
Antes de que se produzcan las primeras revisiones trimestrales para el nuevo miembro, conviene realizar una reunión, la cual se suele realizar pasadas las primeras cuatro semanas.
Es frecuente que los nuevos miembros de la inmobiliaria se sientan un tanto “perdidos”dentro de la oficina los primeros días, y por eso es fundamental para acelerar su proceso de adaptación que además del mentoring aplicado sus compañeros estén pendientes de él.
En definitiva, el proceso de onboarding es determinante para que la inmobiliaria consiga incorporar nuevos miembros a su plantilla de forma efectiva; y acelerando el proceso de adaptación, la empresa conseguirá mejores niveles de productividad del profesional recién incorporado.