Ahorrar energía es un compromiso con el medio ambiente y con la economía familiar, y muchas veces de forma inconsciente el derroche de energía provoca elevados consumos de agua y electricidad, generando al mismo tiempo facturas bastante elevadas.
Lentamente podemos observar la construcción de edificios y viviendas preparadas para ahorrar energía, procurando mantenerse dentro de la normativa vigente, y beneficiando el ahorro de energía para las familias.
Sin embargo, la legislación y la construcción de viviendas adecuadas a las nuevas realidades no son suficientes, y es necesario que los propietarios cuiden su consumo de energía.
Para conseguir una reducción efectiva del consumo de energía de una vivienda es necesario tomar diversas medidas, desde cambios de hábitos personales hasta la utilización de electrodomésticos y ciertos elementos térmicos.
El uso responsable de la energía en el hogar puede provocar un considerable ahorro en la factura mensual de agua y electricidad, y también colaborar con el desarrollo sostenible de nuestro entorno.
Cómo ahorrar energía en el hogar.
Electrodomésticos eficientes.
Los electrodomésticos son los responsables de un alto porcentaje en el consumo de energía de los hogares, y por eso es conveniente adquirir aquellos que sean realmente eficientes en el consumo.
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Etiquetas de eficiencia energética.
Los electrodomésticos con la etiqueta A+++, según el IEE (Índice de Eficiencia Energética), son los que consumen menos energía eléctrica. Esta etiqueta marca la relación entre la capacidad del electrodoméstico (enfriamiento, consumo de agua, etc) y la potencia efectiva de entrada medida en Watts.
En el caso particular de ciertos electrodomésticos, como por ejemplo lavadoras y lavavajillas, el ahorro de energía también está vinculado al consumo de agua, un factor muy importante a tener en cuenta.
Por ejemplo, un lavavajillas A+++ ahorra un 20% de energía en comparación con uno A+, y mientras el A+++ consume unos 9,5 litros de agua por lavado, uno A+ consume 14 litros.
El ejemplo del consumo de un lavavajillas es bastante significativo, sobre todo si se valora el ahorro de agua y electricidad a mediano y largo plazo entre un A+++ y un A+.
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Placas de inducción o vitrocerámicas.
Las placas de inducción para cocina funcionan mediante la generación de un campo magnético que al entrar en contacto con un recipiente metálico hace que este se caliente.
Por otro lado, las vitrocerámicas, también conocidas como “vitro”, suelen ser las más utilizadas por su bajo coste y funcionan con resistencias, aumentando considerablemente el consumo de energía eléctrica en comparación con las placas de inducción.
Si bien las placas de inducción son más costosas, no dejan calor residual como las de vitrocerámica, y evitan posibles accidentes domésticos porque no se calientan como las vitro.
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Secadoras de ropa.
Las secadoras de ropa en modo alguno son un lujo, al contrario, son una necesidad sobre todo en días lluviosos o de invierno en dónde es necesario que la ropa se seque lo antes posible.
Existen tres tipos de secadoras de ropa: evacuación, condensación y con bomba de calor.
Si bien las secadoras de ropa de evacuación y condensación utilizan una resistencia para calentar el aire que seca la ropa, presentan una diferencia muy importante, y es que la de evacuación necesita evacuar el aire caliente mediante un conducto y la de condensación porque tiene un reservorio para el agua extraída.
Si bien las secadoras de condensación suelen ser las más utilizadas en los hogares, sobre todo por su practicidad al colocarlas en cualquier lugar sin necesidad de una área de evacuación del aire, las más eficientes son las secadoras con bomba de calor.
Las secadoras con bomba de calor son más eficientes que las de condensación y evacuación por reutilizan el aire caliente generado en su interior, empleando la energía justa para secar la ropa.
Recomendación para ahorrar con los electrodomésticos.
- Apagando las pantallas y sistemas domóticos cuando no se utilizan se consigue hasta un 10% de ahorro de energía.
- Las lavadoras y lavavajillas consumen menos si son utilizados con agua fría.
- Los frigoríficos consumen un 5% más por cada grado que se disminuye y colocarlos lejos de los hornos permite un ahorro de hasta el 60% en los A+++.
- Las placas de inducción para cocinar son más cómodas, eficientes y seguras, y aunque su costo es más elevado que las vitrocerámicas se amortiza a mediano y largo plazo con el ahorro de energía que ofrecen.
El aire acondicionado.
Según diversas estimaciones realizadas por diferentes organismos, casi el 30% del consumo de electricidad en los hogares se debe a la utilización del aire acondicionado.
La ventilación natural de las habitaciones de la vivienda facilitan el ahorro de electricidad, siempre y cuando el clima lo permita, y los ventiladores tradicionales consumen hasta un 80%menos que los sistemas de aire acondicionado.
Si bien los ventiladores no ofrecen el mismo confort que un aire acondicionado, consiguen reducir la sensación térmica hasta en un 5%, y pueden utilizarse de forma combinada como hemos mencionado con la ventilación natural del hogar.
Es importante tener en cuenta que un 8% del consumo de electricidad aumenta por cada grado que se reduzca del aire acondicionado.
Recomendaciones.
- Manteniendo la temperatura media entre los 16°C y 18°C se consigue una reducción de más del 10% en el consumo anual de energía.
- Utilizar el aire acondicionado solamente en las habitaciones de la casa que se están utilizando.
- Mantener las puertas y ventanas cerradas para evitar la fuga del aire hacia el exterior de la propiedad.
Ahorrar en el consumo del agua.
Los reductores de caudal en los grifos del hogar reducen hasta un 60% del consumo total de agua de una vivienda.
Los cálculos establecen que una gota de agua por segundo equivale al 15% del consumo diario de una persona, y si lo multiplicamos por el número de miembros de una familia el porcentaje aumenta de forma exponencial.
Cuando se lavan los utensilios de cocina se suele producir un elevado consumo de agua, por es conveniente cerrar el grifo mientras se aplican los productos de limpieza en los platos y cubiertos.
El baño también es una de las zonas de la casa en dónde se produce un alto consumo de agua, y muchas veces innecesariamente.
Además de utilizar grifos con reductores de caudal, pueden instalarse sistemas de automáticos de detección para las manos, y en la ducha cerrar los grifos mientras se aplican productos capilares o corporales.
Recomendaciones para ahorrar agua.
- Utilizar el lavavajillas solamente cuando esté lleno (la capacidad se mide por juegos completos de cubiertos).
- Encender la lavadora cuando esté al máximo de su capacidad (expresado en kilogramos de ropa).
- En la medida de lo posible no utilizar el lavavajillas ni lavadora con agua por encima de los 30°C.
Otras recomendaciones para ahorrar energía.
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Las bombillas LED.
Las bombillas LED disminuyen hasta en un 90% el consumo de energía eléctrica, y ofrecen sistemas de iluminación mucho más confortables que las bombillas tradicionales, prohibida actualmente su venta en muchos países de la U.E.
Además, las bombillas LED pueden llegar a tener una vida útil de hasta 50.000 horas, una diferencia muy significativa en comparación con las 2.000 horas de vida útil que ofrecen las tradicionales.
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Ventanas y cerramientos.
Las ventanas y cerramientos de PVC con varias cámaras de aire, además de aislar la casa tanto del frío como del calor exterior, benefician el ahorro de energía de las viviendas.
Este tipo de cerramientos, muy utilizados en países con temperaturas mucho más bajas que en España, montan cristales térmicos, y además también ofrecen un buen aislamiento acústico.
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Pintura térmica para paredes.
Las pinturas térmicas para las paredes interiores de la vivienda ayudan a ahorrar energía, porque han sido mejoradas con microesferas cerámicas que producen un efecto similar al de una cámara de aire.
Estas pinturas térmicas, combinadas con los cerramientos y ventanas de PVC con varias cámaras de aire, permiten maximizar los sistemas de aire acondicionado de las viviendas consumiendo menos energía.
Conclusiones.
Ahorrar energía permite gestionar de forma más efectiva la economía familiar, maximiza nuestros recursos naturales y colabora con el cuidado del medio ambiente permitiendo el desarrollo sostenible.
Según IDAE, Organismo Intermedio para la Gestión de Fondos Comunitarios, casi el 20% de la energía que se consume en España se genera por el uso residencial, un porcentaje bastante elevado con una fuerte repercusión económica en los hogares.
Si bien el certificado energético de viviendas puede ser una buena referencia sobre el consumo de energía en los hogares, en la práctica el ahorro de energía pasa por nuestros hábitos y formas de relacionarnos con nuestro entorno.